Los fuertes incendios forestales en regiones del sur de Chile han causado la muerte de al menos 22 personas hasta este sábado.
Así lo confirmó la ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, que añadió que hay al menos 10 desaparecidos.
Dos de las víctimas murieron al quedar atrapadas por los incendios en una carretera por la que circulaban. Otros dos fallecieron en un accidente automovilístico, presumiblemente mientras intentaban escapar del avance de las llamas.
Un bombero también murió.
El gobierno declaró estado de desastre en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.
Más de 100 viviendas han sido afectadas y más de 40.000 hectáreas de bosque han quedado destruidas desde que inició el fuego el pasado miércoles.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, suspendió sus vacaciones para visitar la zona afectada, donde hay 178 incendios activos.
De ese número, 39 estaban fuera de control hasta este viernes 3 de febrero.
Unos 2.300 elementos de emergencia combaten el fuego y 75 aeronaves participan en las tareas de sofocación de llamas.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y la Corporación Nacional Forestal (Conaf) han registrado nueve personas heridas, incluidos ocho bomberos.
En los próximos días se esperan fuertes vientos en las regiones afectadas, lo que eleva el riesgo de que empeoren las condiciones de los incendios, advirtió la Conaf.
Chile atraviesa una ola de calor, con temperaturas que rozan los 40 °C.
En 2017, los incendios generalizados en la misma zona del país dejaron 11 muertos, 1.500 viviendas destruidas y afectaciones sobre 467.000 hectáreas de bosque.