4 novedades que podrían revolucionar los tratamientos contra el cáncer

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El cáncer es una de las enfermedades más extendidas del planeta. Por suerte, cada vez hay mayores avances para tratarlo.

Cada año, médicos de todo el mundo se reúnen en Chicago (EE.UU.) para compartir las novedades en lo que a diagnóstico y tratamiento se refiere.

En la reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica de este año, los últimos avances presentados dan un poco más de esperanza y, según los expertos, suponen un cambio de perspectiva para combatir algunos tipos de tumores.

A continuación te contamos algunas de estas novedades y lo que pueden significar:

1. Cáncer de mama: un medicamento que beneficia a un mayor número de personas

El trastuzumab, un tratamiento intravenoso, se ha utilizado para tratar el cáncer de mama durante décadas.

Da buenos resultados, pero tiene una limitación: solo puede recetarse a pacientes que presentan un gen llamado HER2.

Un nuevo compuesto, el trastuzumab deruxtecan, puede hacer que eso cambie.

«Estamos viendo la llegada de un fármaco revolucionario», dice el oncólogo Romualdo Barroso, coordinador de investigación del Hospital Sirio-Libanés de Brasilia.

Actúa como un caballo de Troya, explica Barroso. Es decir, entra al cuerpo como si fuera una cosa, pero en realidad funciona de otra.

Por un lado, el trastuzumab es un anticuerpo monoclonal que, en el caso del cáncer de mama, se une a los receptores que se encuentran en la superficie de las células cancerosas. Así «llama la atención» del sistema inmunitario, que ve el cáncer como una amenaza y empieza a combatirlo.

Anticuerpo monoclonal.

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Pie de foto,Los anticuerpos monoclonares se «pegan» a la superficie del tumor para desencadenar un ataque contra ellos.

El segundo efecto lo hace el deruxtecan, que «invade» las células enfermas. Este fármaco de quimioterapia destruye el tumor de dentro hacia afuera.

La novedad no es sólo cómo funciona, sino que va bien incluso con pacientes que tienen el gen HER2 menos desarrollado. Casi 7 de cada 10 pacientes puedeb beneficiarse de él, estima Barroso.

Se adminsitra en vena cada 21 días y aún está pendiente de aprobación para su uso hospitalario por parte de las agencias reguladoras.

En un prinicpio podría usarse cuando las primeras opciones de tratamiento han fallado y hay metástasis. Según Barroso, es probable que, con el tiempo, también se convierta en una opción para tumores en etapas tempranas.

2. Cáncer rectal: medicamento con resultados sorprendentes (incluso para los médicos)

Imagina un fármaco que consiga que una enfermedad desaparezca en todos los pacientes con los que se ha hecho el estudio preliminar para ver si funciona o no.

Esto es lo que ha ocurrido con el ensayo de dostarlimab para el tratamiento de cáncer de recto.Este medicamento, que ya se usa para otros tumores, estimula el sistema inmunitario para atacarlos.

En el ensayo se trató a 12 pacientes y se les hizo seguimiento durante 6 meses. Al finalizar, ninguno tenía evidencia alguna de tumor en el cuerpo. Esto les evitó pasar a tratamientos más agresivos, como cirugía, radioterapia o quimioterapia.

«Incluso para los médicos es muy sorprendente», dice la oncóloga Rachel Riechelmann, directora del Departamento de Oncología Clínica de A.C. Centro de Cáncer de Camargo, en São Paulo.

A pesar de este hallazgo, hay que tener en cuenta varias cosas.

Ilustración de tumores en el recto.

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Pie de foto,Los tunmores que aparecen en el recto son tratados con cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Primero, que el tiempo de seguimiento, seis meses, es un período corto. «Puede ser que la enfermedad reaparezca unos años después», analiza Riechelmann.

Segundo, que el medicamento solo funciona con pacientes que tienen tumores con «inestabilidad de microsatélites» (MSI-H). Alrededor del 1% de los casos de cáncer de recto cumplen con este criterio.

Aún no está aprobado para su nuevo uso pero la investigación continúa.

3. Cáncer colorrectal: la prueba que evita una quimioterapia innecesaria

Otra novedad del congreso la presentó un equipo de investigadores de Australia y busca reducir en número de intervenciones a las que se debe someter un paciente.

Tubos de sangre con una etiqueta que pone "biospsia líquida".

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Pie de foto,La biopsia líquida puede ayudar a los futuros tratamientos contra el cáncer, apuntan los médicos.

Han profundizado en un método que se conoce como «biopsia líquida», donde se detectan fragmentos de ADN tumoral que pueden aparecer en el torrente sanguíneo.

Los pacientes con cáncer colorrectal suelen ser sometidos a cirugía para eliminar la parte afectada del intestino. Tras la recuperación, muchos se someten a quimioterapia para eliminar posibles restos de células tumorales.

Esto limita las recaídas, pero al ser una terapia intensa puede tener efectos secundarios.

Con la «biopsia líquida» se podría determinar más fácilmente si se necesita o no esta quimioterapia.

Con el estudio, que se hizo con 455 voluntarios, «se logró reducir a la mitad la aplicación de quimioterapia y obtener el mismo resultado de supervivencia de los pacientes», cuenta el oncólogo Rodrigo Dienstmann, director médico de Oncoclínicas Precision Medicine, en São Paulo.

«La biopsia líquida tiene un potencial revolucionario», analiza el médico.

4. Cáncer de pancreas: esperanza de un tratamiento exitoso

El adenocarcinoma de páncreas quizás encabece la lista de tumores con peor pronóstico.

En los últimos 10 años, los avances se han limitado a nuevos tratamientos de quimioterapia. En relación a fármacos más modernos y menos agresivos, como la inmunoterapia o los anticuerpos monoclonales, aún no se habían visto resultados positivos para este tipo de pacientes.

Ilustración del cuerpo humano con el páncreas destacado.

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Pie de foto,El cáncer de páncreas es de los más agresivos y tiene pocas opciones de tratamiento más modernas y menos invasivas.

Ahora se han presentado las primeras pruebas que utilizan un método llamado tratamiento de células CAR-T contra este tipo de cáncer.

Consiste en extraer las propias células inmunitarias del paciente, modificarlas en el laboratorio y reintroducirlas en el organismo para que reconozcan y ataquen al tumor.

«Aunque es sumamente interesante, no es algo que estará disponible mañana en nuestras clínicas«, pondera Paolo Hoff, profesor de Oncología Clínica en la Universidad de São Paulo.

«Hay un largo camino por recorrer, pero al menos ahora tenemos la esperanzade que podemos estar en el camino correcto».